Debemos acudir a un especialista si detectamos que el niño tiene una o varias de las siguientes dificultades:
- Dificultades para mantener la atención.
- Procesamiento más lento de la información y las tareas.
- Alteraciones de la memoria.
- Dificultad para aprender cosas nuevas.
- Alteraciones del habla y del lenguaje.
- Poca flexibilidad, no entiende las alternativas.
- Problemas de cálculo, lectura y/o escritura.
- Dificultades para resolver problemas.
- Alteraciones emocionales y de conducta.
Por otra parte, los niños con algún trastorno de origen neurológico también pueden acudir a un neuropsicólogo:
- Parálisis cerebral.
- Daño cerebral adquirido.
- Trastornos del desarrollo.
- Trastornos del espectro autista.
- Trastorno de atención e hiperactividad.
- Epilepsia.
- Esclerosis múltiple.
- Afasias, apraxias, etc.
- Parkinson.